sábado, 25 de abril de 2009

Puntos de vista


"...Se necesita un traductor de quechua y aymara permanentemente..."

Por: El DJ


A propósito de la portada de un diario limeño con respecto de la congresista Hilaria Supa y su "no saber escribir" en el Congreso queria manifestar algo.
Si en el Congreso de la República se debaten y se legislan leyes que implican temas y casos de todo el pais, no solamente de Lima, entonces como se pretende pues que algunos congresistas cuya lengua materna es el quechua se desenvuelvan óptimamente en otra. Esto es nada mas tajada de la mas inmensa torta hecha de "orgullo blanqui-criollo", siempre manipulándonos con sus barrocos prejuicios.
Como si los limeños fueramos dueños del pais, como si tuviéramos mas derecho de pisar el suelo, de legislar leyes, de fijarnos en el vecino que aun no sabe escribir bien en la "Lengua Oficial" que es el castellano.
Cabe mencionar que por DL N° 4023 del 27 de mayo de 1975 se reconoció "el Quechua al igual que el Castellano, como lengua oficial de la República asi que no me cabe pues la prepotencia sistemática de algunos personajes que ademas de menospreciar a idiomas nativos, estan usurpando el derecho a la privacidad. Ojalá que esto sirva pues para tomar otras medidas.
Es como si al señor Aldo Mariátegui le exigiéramos aprender quechua perfectamente o aymara a la fuerza , a empeñones, pero con coca-cola.
Me parece que se necesita un traductor de quechua y aymara permanentemente en la Mesa Directiva del Congreso, pues lo que necesitamos son ideas y propuestas.
No olvidemos que la señora es una ex dirigente de Anta, Cusco, y se opuso a las esterilizaciones forzadas durante el gobierno de la "mafia noventera"y llegó al Congreso por la lista del partido nacionalista de Ollanta Humala.
Este articulo tampoco pretende "rasgarse las vestiduras" sino de dar puntos de vista que creemos pertinentes..
La congresista Supa finalizó con estas palabras todo este capítulo.
Debidamente traducido, éste es su sentir:
"Quiero decir que estoy saludándola y saludo al Congreso. Quiero decir aquí que no haya ninguna discriminación a nuestros pueblos indígenas, afroperuanos y amazónicos. Quiero decir, como que está en el Reglamento, así que se quede el nombre de nuestros pueblos. Nada más, señora Presidenta. Y no quiero escuchar más, cuando me están diciendo, con respeto yo me dirijo al pueblo peruano, a los que nos han elegido, a nuestros pueblos, que aquí ya empiezan a protestar cuando nosotros estamos hablando de nuestro idioma nato".

2 comentarios:

Dave dijo...

Que tal flashback el que me produjo ver la primera pagina del panfleto Correo y leer el arti­culo del resentido Aldo. Resentimiento que no se le ira hasta que salga del closet. Pues, el constante stress producido por tener que reprimir sus impulsos homosexuales es la causa que le bloquea esa sensibilidad por el projimo que todos tenemos.
Volviendo al flashback, me dio la impresion de haber regresando a la Lima de los cincuenta. Época en la que los provincianos eran tratados sin ningun respeto, ni siquiera por nuestra condicion humana. Los padres o abuelos de Aldo seguro que fueron los primeros que, con su ejemplo, le inculcaron a este rosquete el desprecio por el hombre y la mujer del Peru profundo. Tiempos en que los pitucos adolescentes debutaban con la "servilleta" , violandola en su 'cuarto adentro' y hasta preñandola con el sordido consentimiento de los señores de la casa. Era muy comun referirse a los provincianos como 'serranos de mierda'.
Afortunadamente, la situacion empezo a cambiar a finales de los 60. Cambio que transformo esa Lima horrible en una Lima provinciana, emprendedora, pujante que poco a poco fue desplazando, arrimando a esa clase social despectiva a tal punto que tuvieron que abandonar la ciudad y refugiarse en Miami. La Lima de hoy es mayoritariamente habitada por gente que 'bajamos del cerro', tal como nos lo haic­an saber los patrones hijos de puta representantes de los colonizadores que salvajemente destruyeron nuestras comunidades.
Esta inaceptable ofensa de Aldo esta totalmente fuera de lugar y de epoca. De ninguna manera vamos a permitir que humillen y maltraten a ningun ser humano y mucho menos si se trata de un representante genuino de esa nacion Andina que tan bien nos representa en el catalogo cultural de nuestro planeta, o de ese conjunto de naciones selvaticas cuya sabiduri­a milenaria informa a las ciencias ecologicas al mismo tiempo que impulsa su propio desarrollo en perfecta sincronización con las leyes de sus ecosistemas. Nunca mas a ningun peruano decente sea alfabeto o analfabeto, blanco, cholo, negro, injerto, o de cualquier otra
genealogi­a ancestral, capacitado o discapacitado, pobre o rico, homosexual o heterosexual se le debe de maltratar.
En lugar de llenar la primera pagina con ofensas inmundas debería de hacerlo con los banqueros ladrones, poli­ticos corruptos, narco-empresarios, cardenales diabolicos, terroristas de estado, o cualquier otra de las bacterias con apellido que inducen patologi­as socio-poli­ticas que nos impiden salir de ese torbellino infeccioso que nos lleva cada vez mas rápido al despenadero o a la violencia.
Por todo lo dicho anteriormente, invoco a la comunidad nacional que deje de comprar este panfleto en señal de apoyo a nuestra gente y de protesta contundente contra los medios de comunicacion que pretenden revertir el avance social de los ultimos 40 años.
NO COMPRES CORREO....NO PERMITAS QUE TE MALTRATEN !!
LIMA YA NO ES EXCLUSIVIDAD DE UNAS CUANTAS FAMILIAS... LIMA ES DE TODOS LOS PERUANOS!!
APRENDAMOS A PROTESTAR CIVILIZADAMENTE. .. NO COMPRES CORREO!!
Yo soy analfabeto, no sé escribir quechua ni aymara, e inculto porque hasta ahora no puedo expresarme en quechua, el idioma horiundo de los andes. Y Lima es provincia, somos provincianos todos!.

Dave dijo...

lunes 27 de abril de 2009
Pronunciamiento de los profesores de la Sección de Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Perú.



A LA OPINIÓN PÚBLICA
Frente a la reciente publicación, en un diario local (Correo, 23/4/09), de apuntes personales redactados por la congresista Hilaria Supa durante un debate en la sede del Congreso, los profesores de la Sección de Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Perú expresamos a la opinión pública lo siguiente:
1. Existe una sustancial diferencia entre los apuntes personales, como un género especial de la lengua escrita, y otros textos de índole formal, que suponen un trabajo específico de elaboración y revisión. Esta distinción refleja la versatilidad de los redactores, quienes son capaces de distinguir entre diversas formas del código según el contexto en que la escritura se produce. Así, un redactor puede estar en condiciones de escribir a un amigo un mensaje electrónico en un registro coloquial y, minutos después, elaborar un artículo académico en un registro formal. Por tanto, desde el punto de vista lingüístico, es engañoso juzgar el manejo de la escritura que tiene un redactor sin tomar en cuenta esta distinción de géneros y registros.
2. Las faltas de ortografía y redacción contenidas en el texto fotografiado por Correo son expresión de la base fonológica y gramatical que la congresista Supa posee en virtud de su lengua materna, el quechua. Esta base genera, como es natural, una influencia en la adquisición del castellano como segunda lengua. Este tipo de influencia es común entre los bilingües quechua-castellano, quienes, en su gran mayoría, no han podido consolidar su aprendizaje del segundo idioma en condiciones apropiadas, como las que podría brindar la educación intercultural bilingüe, por razones políticas y económicas. Por tanto, no se puede juzgar la competencia en la escritura castellana de la congresista Supa como una dimensión independiente de su condición de quechuahablante, y hacerlo constituye una manipulación de los hechos lingüísticos.
3. Los problemas de ortografía propios de los bilingües, como el cambio de las vocales i/e y u/o y las faltas de concordancia, constituyen elementos importantes de un estereotipo acerca de los quechuahablantes que se ha generalizado en una sociedad jerarquizadora como la peruana. Este estereotipo consiste en pensar que dichos hablantes son, por necesidad, individuos carentes de inteligencia, cultura y educación, individuos que pueden ser calificados, en suma, de personas ignorantes. De este modo, a partir de las faltas mencionadas, Correo infiere que la congresista Supa posee las características descritas, lo que queda reflejado en el titular de portada “¡Qué nivel!” (Correo, 23/4/09) y en la columna de su director (24/4/09), en la que afirma: “Tocábamos el tema [de la escritura de la congresista] porque nos preocupa que el bajo nivel intelectual del Congreso dañe tanto a nuestra democracia”. Queda claro, pues, el carácter discriminador de este procedimiento, basado en un estereotipo.
4. Otro hecho que es indispensable considerar en este caso reside en que las interferencias del sistema vocálico y de la sintaxis del quechua en el castellano constituyen dos de los rasgos lingüísticos más estigmatizados por los monolingües castellanos en el habla de los bilingües; es decir, estamos ante una de las características lingüísticas que con mayor frecuencia se utilizan para juzgar negativamente a dichos hablantes y discriminarlos. Quienes insisten en juicios como los que son materia de este pronunciamiento contribuyen a perpetuar una manifestación de violencia lingüística que se ha venido infligiendo en el Perú desde hace siglos contra los hablantes de lenguas indígenas cuando se expresan en castellano.
5. Todas las lenguas constituyen una reserva de sabiduría acumulada por generaciones de hablantes que han tenido una particular e irrepetible relación con el mundo. Desde el punto de vista lingüístico, valen tanto, pues, el quechua como el castellano, el asháninka como el inglés, el shipibo como el chino. Sin embargo, en nuestro país, la falta de manejo de un aspecto del castellano —la escritura— se entiende por algunos como una carencia inadmisible en alguien que ejerce un cargo de representación, mientras que gran parte de los hablantes del castellano no reconocen como un problema la ignorancia de aspectos básicos del quechua, del aimara y de las lenguas amazónicas. Desde nuestro punto de vista, esta percepción expresa falta de cultura y, a la vez, refleja la desigual distribución de espacios de poder no solo para las lenguas peruanas sino también para sus hablantes.
6. Por todas estas razones, los profesores de la Sección de Lingüística de la Pontificia Universidad Católica del Perú condenamos este acto de discriminación y violencia lingüística. Actos como estos son inaceptables en una sociedad democrática, embarcada en la búsqueda de una convivencia creativa y enriquecedora entre sus diversas matrices culturales. Sin embargo, nos complace, al mismo tiempo, ser testigos de la pluralidad de reacciones en contra que este hecho lamentable ha generado.